22
2016
Una letanía de recuerdos
reverbera a golpes la inocencia,
dejando inflamada la herida que se pudre en la última palabra.
Juegos que se funden al sol,
como esa piel de cera
que pierde el candor de la niñez.
Pausa alborotada
en el cemento
silente de inocencia…
Todo verso provoca un perfume que acaricia el rigor de un poema.
M. Belén